viernes, 19 de febrero de 2010

Viejos mitos

Esta mañana vi a Kurt Cobain. Si no era él, al menos debía de ser su espiritu reencarnado.

Recuerdo que llovía y que su silueta destacaba sobre el deprimente paisaje de una ciudad mojada. Caminaa por la acera de enfrente. La capucha puesta, el largo cabello rubio pegado a las mejillas. Una barba incipiente, aunque no se le había olvidado afeitarse. Un perfecto aspecto descuidado. Pantalones raídos por el tiempo, secretos en los bolsillos. Camiseta que narra historias de hogueras en la playa, de rasgueos de guitarra y de voces roncas por el humo del tabaco.

Todo él es una droga. Siento deseos de aspirarlo. Seguro que huele a mar. A gaviotas y salitre, a tierra mojada y conchas en la arena. A libertad.

Un semáforo nos separa, me da tiempo a observarle. Sigue el ritmo de sus auriculares con el pie. Barro en las converse pese a que estamos sobre asfalto. Me pregunto de dónde vendrá.

La luz cambia a verde y comienza a andar. Nos cruzamos y su aroma me embriaga. Huele a la más rabiosa y dolorosa juventud.
Sonrío para mis adentros. En su MP3 suena Lithium.

Quizás los viejos mitos no estén completamente muertos.

jueves, 18 de febrero de 2010

Desvanecimiento

A la espera de los resultados...
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Frío. Viento. Una ligera sensación de mareo. Nauseas. Sabor a bilis en la boca, los labios resecos, quemazón en la garganta.

La hierba viene a mi encuentro. Rodillas sobre la tierra mojada, piedras y polvo que se incrustan en la piel. Sangre en las heridas. Acabo de causar un terremoto con mi caída, destruyendo miles de laberintos subterráneos creados por los gusanos. He destruido su mundo en apenas unos segundos.

Por un momento, paso a habitar el aire y el silencio. Soy la lluvia que cae sobre el océano, el sol que calienta la sabana. Soy el latido del corazón de un recién nacido y la tierra sobre un cadáver. Soy el primer beso entre dos adolescentes. Soy el cielo y las hojas de los árboles.

Y de pronto, vuelvo a despertar. Pulsaciones en la cabeza, neblina en los ojos. Es tan fácil sentirse muerta. El final es apacible, suave. La vida siempre comienza con dolor.