viernes, 19 de febrero de 2010

Viejos mitos

Esta mañana vi a Kurt Cobain. Si no era él, al menos debía de ser su espiritu reencarnado.

Recuerdo que llovía y que su silueta destacaba sobre el deprimente paisaje de una ciudad mojada. Caminaa por la acera de enfrente. La capucha puesta, el largo cabello rubio pegado a las mejillas. Una barba incipiente, aunque no se le había olvidado afeitarse. Un perfecto aspecto descuidado. Pantalones raídos por el tiempo, secretos en los bolsillos. Camiseta que narra historias de hogueras en la playa, de rasgueos de guitarra y de voces roncas por el humo del tabaco.

Todo él es una droga. Siento deseos de aspirarlo. Seguro que huele a mar. A gaviotas y salitre, a tierra mojada y conchas en la arena. A libertad.

Un semáforo nos separa, me da tiempo a observarle. Sigue el ritmo de sus auriculares con el pie. Barro en las converse pese a que estamos sobre asfalto. Me pregunto de dónde vendrá.

La luz cambia a verde y comienza a andar. Nos cruzamos y su aroma me embriaga. Huele a la más rabiosa y dolorosa juventud.
Sonrío para mis adentros. En su MP3 suena Lithium.

Quizás los viejos mitos no estén completamente muertos.

2 comentarios:

  1. Quizá los viejos mitos completamente muertos gracias a los que los recordamos.

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  2. Qué suerte encontrarte con alguien así! xD

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